Sunday, October 30, 2005

Sin tiempo, pero con luz




Que puedo decir? la luz es siempre complice sea cual sea su fuerza crea efectos multicolor que le dan vida a personajes tan reales como nosotros, hechos también de reflejos cóncavos y convexos... Así fue como el gato montés era casi tan tangible y tan increíble como ese gato que comparte el azul y el verde entre un ojo y el otro y que se erizaba al vernos ahí, lejos de allí.
Supongo que todos los duendes salieron a vernos con ansías de ser percibidos por fin sin ser temidos, la tierra me hizo suya y las nubes me mostraron fractales que se hicieron mil, así también como figuras mayas en el cielo pixelado en movimiento incesante.
La cubierta celeste se mostró como un cuadro de Goya derritiendose hacia el horizonte en diagonal infinito.
Los árboles me cubrieron en su espesura y me llevaron a parajes insospechados de los cuales no puedo hablar o escribir, simplemente sentir.
El perro se inquietó y yo no me imuté, confiada totalmente en mi conección con la naturaleza y con esa puerta abierta en otra dimensión sensorial.. así que optó (el perro negro como la noche) por agitarse y mantener distancia mientras ladradaba.
Me sentí diminuta ante tanta grandeza, los escalones se me hicieron precipicios que gracias a mi desnudes interior, anterior y posterior pude bajar sin problema alguno.
Constantine y su promesa de un tanque tranquilo de agua dulce que se hizo tan lejano como la idea de volver en mi, el camino se alargaba a cada paso. Finalmente llegamos y reposamos el cuerpo más no la mente. Y fué ahí donde vislumbré su lado oscuro y todos sus demonios hechos neblina se mostraron ante mi y en lugar de asustarme me dieron tranquilidad de terrenalidad.
Por otro lado cuando el prisma dejó que mis ojos vieran los suyos descubrí su nobleza y ternura que me permitieron regalar una sonrisa junto a miles de disertaciones acerca de ese cuadro de Dalí en el que el tiempo se le escurre -como a nosotros- junto a sus ojos desorbitados pero fijos
-como los nuestros-
Por último, las muñecas de ese cuarto fueron lo último que cobró vida ante mis grandes pupilas que miraban atónitas y escuchaban sus risas mientras que mi cuerpo escurría el agua que me sobraba para regresar.

1 comment:

El telon said...

Esta eres tú misma 11 años después, re-descubriendo tus historias que son las mías ya olvidadas. Quiero darte gracias por inmortalizar esta. Hay tantas cosas que ya había olvidado. Tanto he cambiado...