Friday, December 09, 2005
LA BITACORA
En una de esas acostumbradas disertaciones deliciosísimas que suelen ser las sesiones del seminario de colonialismo, se lanzó esta frase a manera de consejo que rezaba así: "NUNCA OLVIDEN LA LUCIDEZ DE LOS POETAS" y se me ocurrió que podría servir como introducción al puñado de escritos que durante años he venido acumulando; no porque me considere poeta, pues creo que en la grandeza de las palabras, y el tamaño de esa en especial me asustaría si tuviera la intención de calificar mis letras con algún adjetivo, pero escogí esa frase porque creo ciegamente en la lucidez de la locura, condición bajo la cual creo que se encuentra mi mente casi siempre que las palabras son expulsadas y plasmadas, pues no habría otra manera de explicar a veces las tantas cosas dichas ahí.
Quise rescatar lo que más pude encontrar de lo que he escrito a lo largo de mi alfabeta vida, sin ningún otro criterio clasificatorio más que el de no dejar a ninguno bajo el manto del olvido, en papelitos amarillentos tan llenos de recuerdos como a veces de polillas, reposados en las flores de agenditas que ERA amablemente me traía de cada viaje, con lo cual se hizo mecenas y alcahueta irremediable de mi adicción al papel; además de visitar esas hojas de cuando en vez.
así que no es que haya puesto lo que consideré mejor o peor, simplemente quise colgar en este, mi espacio virtual las cosas que hablo conmigo misma o que he querido decir a otros mediante palabras… obviamente creo en la censura y en la autocensura también, así que habrá uno que otro que se quedará en el papel amarillento hasta que el tiempo, o lo borre, o me libere un poquito más para no pensarlo dos veces y ponerlo junto a los otros, porque si hay algo irreversible, esas son las palabras.
Bueno como ha sido larga la pluma en mis manos, no alcanzaría a ponerlos todos en un solo día, así que voy a empezar de atrás para delante y cada vez que le robe espacio al tiempo pondré uno más en la bitácora.
Popayán, Octubre 5 de 1996
Eres un malvado,
Por favor has un minuto de silencio porque la has matado,
La poetiza ha muerto y la inspiración se ha acabado,
El dolor de tu ausencia y la constancia de tu recuerdo la venían atormentando.
Hace frío y la madrugada llega,
El cielo está nublado,
La noche no tuvo estrellas y ahora la soledad es mi única compañera,
Ni siquiera está conmigo la luna llena
Y ¿sabes por qué no salió hoy?
Porque la poetiza falleció.
Saben que? la verdad es que me gustó más ponerlos atemporalmente, de manera casi aleatoria... y asi es como encontré estos dos que los tenía refundidos en un cuaderno de mi clase de francés.
Popayán, Mayo 8 de 2005
Así, mientras mi piel esté tersa y rosa
aún me quedarán ilusiones, en los bolsillos de mis panatalones,
de volver a verte, de volver a quererte y que me quieras.
Buscarte y encontrarte aún presente en mi cielo
y saber que nunca me fuí de tu recuerdo.
Popayán, Abril de 2005
Sin promesas,
sin tapujos,
sin rodeos,
Te quiero AHORA,
YA! en el instante mismo
de un parpadeo
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